Que sorpresa despertarse y encontrarse a cuatro de tus tias que se han hecho fuertes en el salon. Al parecer venian a buscar a mama para irse todas juntas a comer. Son graciosas mi tias. Y es graciosa verlas a todas juntas, cada una con sus manias. A mi me sometieron al rutinario examen fisico. Cada una tenia un deseo: quitate la barba, quitate las gafas, mejor esos pantalones que los vaqueros. "Claro -dicen-, como te vemos de ciento en viento es ahora cuando podemos preocuparnos". Curiosamente ninguna me pregunto por mi estado de animo y esas nimiedades. Bueno, asi son las cosas. Mire la foto de mi abuela que hay sobre una de las mesas del salon y me pregunte como aquella mujer menuda pudo parir a estas cinco señoras. Yo a la abuela no la conoci.