Sres. y sras. del jurado: me declaro culpable. No. Me declaro inocente. Bueno, no sÈ, pero algo me declaro. Al fin y al cabo ustedes me han convertido en un monstruo; me sumergieron en esta b˙squeda desesperada de placer inmediato, en este hedonismo de capitalismo salvaje, me llenaron de luces de colores, de colores fosforitos y sensaciones raras. Y ahora øquÈ?, recuerden que nunca tuve padre. Soy un monstruo porque estoy mutilado. Carezco de la capacidad de preveer las consecuencias de mis actos. Solo aprendo a toro pasado, solo despuÈs. Para que todo fuera correcto primero deberÌa haber muerto o des-muerto y luego haber ido rejuveneciendo hasta ser un reciÈn nacido y al fin meterme por el coÒo de mi madre, llorando, dividirme en esperma y Ûvulo y desaparecer en las entraÒas del Cosmos. AsÌ podrÌa haber actuado con algo de criterio.