Que susto, que susto, los dos dÌas precedentes hizo tiempo muy feo y muy gris, tanto que solo faltaba que regalasen sogas por las esquinas para colgarse de alguna tuberÌa del w.c. HabÌa oÌdo aquello de
"si en marzo mayea en mayo marzea" y empeze a temer la posibilidad ominosa de una primavera invernal. Pero, por lo general y al menos en mi experiencia, las cosas siempre acaban saliendo bien (por aquello de nacer con una flor en el culo) y hoy por fin tenemos un dÌa perfectamente primaveral, con su sol, con su fresquito, con su libido y su gente de ojos enrrojecidos intentando avanzar por las calles.