Leo el blog de la amiga
Raki: "EstarÌa bien calcular la velocidad a la que mudan los sentimientos". Yo digo que sÌ, que serÌa maravilloso tener una
"cinem·tica sentimental", pero a˙n mejor serÌa tener una
"din·mica sentimental", y asÌ no sÛlo saber a que velocidad cambian sino la naturaleza de ese cambio, es decir: quÈ sentimientos son, de dÛnde vienen y, sobretodo, a dÛnde van. Eso serÌa de una utilidad incalculable para la humanidad. Pero es un proyecto imposible debido a que no expresamos nuestros sentimientos. Y no los expresamos porque tenemos miedo. Miedo a que nos hagan daÒo. Porque todavÌa concebimos la existencia como una lucha, como una guerra, y a˙n nos sorprendemos de que el mundo viva en la guerra constante. CÛmo no, si solo somos animales asustados temblando en sus madrigueras. Yo me he propuesto ser sincero, de hecho creo que hace mucho que lo soy, al menos a este respecto. AmÈn.