Leer un libro sentado solo en una mesa de un bar me da verguenza. En la barra no tanto. El otro dÌa se lo dije a Virginia, le dije: "me da verguenza sentarme en una mesa a leer", y a ella le pareciÛ absurdo. A mÌ tambiÈn me lo parece. VencerÈ este miedo. Vaya, creo que hacÌa mucho tiempo que no pronunciaba este verbo, vencer.