Estoy sentado en un cibercafÈ haciendo un recado cibernÈtico. Hay cuatro ordenadores en fila, yo ocupo uno en el extremo y a mi lado hay un espejo. Si miro a este espejo puede ver la imagen de las tres personas que estamos conectados: mi rostro de frente y los otros dos de perfil. Ellos son anglosajones y yo soy yo. Yo soy de color amarillo. Si alg˙n dia me encontrais por la calle o en un bar fijaos, soy amarillo. Alvaro dice que tuve ictericia (o algo asÌ) de niÒo, yo creo que quiz·s sea el tabaco y el cafÈ. De todo modos preferirÌa utilizar el tÈrmino
aceitunado al vulgar
amarillo. Soy, m·s bien, como el aceite de oliva.
Otra cosa curiosa, uno de los guiris que tengo al lado es idÈntico a mi compi de piso Rory. El otro es idÈntico al Carlos el primo de Lunita. QuÈ extraÒa reuniÛn con conocidos-desconocidos.