Ayer, en el barrio de LavapiÈs, se celebrÛ el
AÒo Nuevo Chino, esta vez el aÒo del mono. Al oeste de la calle LavapiÈs se encuentran un montÛn de callecitas empinadas y paralelas copadas completamente por tiendas de ropa y complementos al por mayor, regentadas sobretodo por chinos, aunque tambiÈn por algunos africanos y sudamericanos. Por esas calles discurriÛ un desfile formado por un dragÛn chino, sorprendentemente llevado por gente blanca, y un grupo de ancianas chinas que bailaban algo tradicional. Luego en la Plaza de Cabestreros se ofreciÛ un espect·culo sobre un gran escenario. Primero aparecieron los jefazos, todos de traje, y m·s bien parecÌan el comitÈ central del Partido Comunista Chino, aunque seguramente serÌa los directivos de la asociaciÛn de comerciantes chinos en EspaÒa. Luego hubo niÒas cantando, un ilusionista, una artista tecnopop vestida de tigresa, "La Gata Rabiosa" y alg˙n acrÛbata. La mayor parte del p˙blico no era chino: ellos estaban trabajando. Sobre las cinco se acabÛ todo y se marcharon, extraÒo concepto de fiesta el de los chinos. Ni ruido, ni alcohol, ni noche ni nada, y es que me han dicho que casi ninguna cultura del mundo identifica estas cosas con las fiestas, solo aquÌ.