Releyendo veo que mi inicial interÈs literario en esta p·gina se ha ido diluyendo en una especie de psicoterapia, vamos, que m·s que escribir algo que merezca la pena, me desahogo. A veces pienso que haciendo esto acabar· pareciendo que voy desnudo, pero bueno, tengo palmito, un culo de mulata y nunca me han avergonzado mis sentimientos.
La verdad, mis preocupaciones son la de cualquier joven nacional: el futuro, la duda existencial, mi eterna hipocondria y, sobretodo, Ella. Mi problema es que yo no entiendo donde acaban mis emociones y empieza mi cuerpo. A veces la frontera entre mi tristeza y mis pulmones o el nudo de mi estÛmago es muy difusa y cuando me pongo triste o angusiado, entonces tiemblo, mi corazÛn se desboca y mi cabeza me repite: "txetxi, te vas a morir" o "muchacho si ni siquiera controlas tu cuerpo øcÛmo vas controlar lo dem·s?" Esto no fue siempre asÌ, podrÌa seÒalar en el calendario el mes y el aÒo en quÈ comenzÛ mi confusiÛn fÌsico-emocional. Mi psicoterapeuta (que est· metido en alg˙n libro) dice que
somatizo. Pero bueno, supongo que se me pasar· cuando crezca. Yo de mayor quiero ser un hombre.