El profeta ciego Tiresias profetizÛ, al nacimiento de
Narciso, que Èste tendrÌa una larga vida siempre y cuando no se viese a sÌ mismo. Narciso creciÛ extremadamente bello y todas las mujeres caÌan enamoradas de Èl, que las rechazaba diciendo que no estaba interesado en el amor.
Un dÌa Narciso viÛ su reflejo en un estanque y se enamorÛ perdidamente de sÌ mismo. Cada vez que intentaba besar su imagen en el agua se mojaba la cara y el reflejo se deshacÌa. LlenÛ de ira y de frustraciÛn Narciso se diÛ muerte. Entonces Apolo convirtiÛ al joven en una flor con su mismo nombre. A˙n hoy se pueden ver estas flores en los estanques de las montaÒas, inclinando su cabeza con tristeza y mirando su reflejo en el agua, siempre apesumbradas.